martes, 30 de agosto de 2011

DIOSA HECATE**Reina de las brujas


 Reina de las brujas

En los oráculos caldeos que fueron editados en Alejandría, fue también asociada con un laberinto serpentino alrededor de una espiral, conocido como rueda de Hécate (el «Strophalos de Hécate», verso 194 de la traducción de 1836 de Isaac Preston Cory). El simbolismo alude al poder de la serpiente para renacer, al laberinto de conocimiento a través del cual Hécate guía a la humanidad y a la llama de la propia vida: «Los senos productores de vida de Hécate, esa Llama Viviente que se viste a sí misma de Materia para manifestar la Existencia» (verso 55 de la traducción de Cory de los oráculos caldeos).
En El evangelio de las brujas compilado por Charles Leland (1899) se describen los remanentes de una tradición de brujería italiana, incluyendo un culto a Diana parecido al de Hécate. Es discutible si la Diana representada en la obra de Leland es en realidad Hécate o no. Aunque Diana suele ser muy identificada con Artemisa, no se representa en El evangelio como la del culto romano. Por ejemplo, dice que «Diana siempre tiene un perro a su lado» siendo Hécate famosa por su relación con los perros.

Reina de los muertos

«Reina de los Fantasmas» es un título asociado con Hécate debido a la creencia de que podía tanto evitar que el mal saliese del mundo de los espíritus, como también permitir que dicho mal entrase. Hécate, pues, tenía un papel y poder especial en los cementerios.Guarda los «caminos y senderos que se cruzan». Su asociación con los cementerios también tuvo mucha importancia en la idea de Hécate como diosa lunar.[cita requerida]
Las hojas del álamo negro son oscuras por una cara y claras por la otra, simbolizando el límite entre los mundos. El tejo ha estado asociado desde hace mucho en el Inframundo.

Animales

La perra es el animal más comúnmente asociado a Hécate, quien a veces es llamada la «perra negra»y alguna vez se sacrificaron perros negros a ella en rituales de purificación. En Colofón (Tracia) Hécate podía manifestarse como perro. Los ladridos de los perros eran la primera señal de su cercanía en la literatura griega y romana.
La rana, significativamente una criatura que puede cruzar dos elementos, está también consagrada a Hécate.
Como diosa triple, a veces aparece con tres cabezas: de perro, caballo y oso, o de perro, serpiente y león.
En el Malleus maleficarum (1486) se afirma que Hécate fue adorada por brujas que adoptaron partes de su mito como su diosa de la hechicería. Debido a que Hécate ya había sido muy difamada a finales del periodo romano, a los cristianos de la época les resultó fácil envilecer su imagen. De esta forma todas sus criaturas fueron también consideradas «criaturas de la oscuridad»; sin embargo, la historia de animales tales como cuervos, búhos nocturnos, serpientes, escorpiones, asnos, murciélagos, caballos, osos y leones como criaturas suyas no es siempre oscura y aterradora

Plantas y hierbas

El tejo, el ciprés el avellano, el álamo negro, el cedro y el sauce estaban consagrados a Hécate.
El tejo tiene fuertes asociaciones con la muerte y el renacimiento. Un veneno preparado a partir de sus semillas se usaba en las flechas y su madera se usaba comúnmente para fabricar flechas y empuñaduras de dagas. La poción del caldero de Hécate contiene «esquejes de tejo». Las bayas del tejo llevan el poder de Hécate, y pueden dar sabiduría o la muerte. Las semillas son muy venenosas, pero las carnosas bayas rojas que las rodean no.
Muchas otras hierbas y plantas están asociadas a Hécate, incluyendo el ajo, las almendras, la lavanda, el tomillo, la mirra, la artemisia, el cardamomo, la menta, el diente de león, el eléboro, el milenrama y la celidonia menor. Varios venenos y alucinógenos están vinculados a Hécate, incluyendo la belladona, la cicuta, la mandrágora, el acónito (conocido como hecateis) y el opio. Muchas de las plantas de Hécate eran aquellas que podían ser usada por los chamanes para lograr diversos estados de consciencia.

Lugares

En diversos momentos se han asociado con Hécate las zonas salvajes, bosques, fronteras, murallas y puertas de las ciudades, encrucijadas y cementerios.
A menudo se afirma que la luna está consagrada a Hécate, contra lo que argumentó Farnell:
Algunos de los antiguos escritores sobre mitología, tales como Cornuto y Cleomedes, y algunos de los modernos, como Preller, el del diccionario de Roscher y Petersen, explican las tres figuras como símbolos de las tres fases de la luna. Pero muy poco puede decirse en favor de esto, y muchísimo en contra. En primer lugar, la estatua de Alcámenes representó a Hécate Επιπυργιδια, a quien el ateniense de ese periodo consideraba la guardiana de la puerta de su Acrópolis, y como tal relacionada en este punto particular con las Cárites, deidades de la vida que florece y da fruto. Ni en este lugar ni ante la puerta de las casas de la ciudad aparecía como una diosa lunar.
También podemos preguntar: ¿por qué deberían darse a una divinidad a veces considerada como lunar pero con muchas otras y más importantes conexiones tres formas para señalar las tres fases de la luna, y por qué la escultura griega ha sido en este insólito caso culpable de un frígido simbolismo astronómico, mientras Selene, que era obviamente la luna y nada más, nunca tratada de esta manera? De esta misma forma Helios debería haber recibido doce cabezas
Sin embargo, en los papiros mágicos del Egipto grecorromano se conservan varios himnos que identifican a Hécate con Selene y la luna, ensalzándola como suprema diosa, madre de los dioses. De esta forma, como diosa triple, Hécate sigue teniendo seguidores en algunas tradiciones neopaganas.

Fiestas

Hécate era adorada tanto por los griegos como por los romanos, y tenían sus propias fiestas dedicadas a ella. Según Ruickbie,los griegos guardaban dos días consagrados a Hécate, uno el 13 de agosto y otro el 30 de noviembre, mientras los romanos consideraban el 29 de cada mes consagrado a ella.

Paralelismos en otras culturas

Hécate, por William Blake.
La figura de Hécate puede relacionarse a menudo con la Isis egipcia, gracias principalmente a su papel de hechicera.Ambas eran símbolos de los puntos liminares. Lucio Apuleyo asocia a Hécate con Isis en su obra El asno de oro:
sepas que yo soy madre y natura de todas las cosas, señora de todos los elementos, principio y generación de los siglos, la mayor de los dioses y relina de todos los difuntos, primera y única gola de todos los dioses y diosas del cielo, que dispenso con mi poder y mando las alturas resplandecientes del cielo, y las aguas saludables de la mar, y los secretos lloros del infierno. A mí sola y una diosa honra y sacrifica todo el mundo, en muchas maneras de nombres. [...] Otros me llaman Juno, otros Bellona, otros Hecates, otros Ranusia. Los etíopes, ilustrados de los hirvientes rayos del sol, cuando nace, y los arrios y egipcios, donde nació mi doctrina, cuando me honran y sacrifican con mis propios ritos y ceremonias, me llaman mi verdadero nombre, que las reina Isis.
Algunos investigadores terminan comparándola con la virgen María. También es comparable con la Hela nórdica en su función del inframundo.
Antes de que llegase a estar asociada con la mitología griega, tuvo muchas similitudes con Artemisa (tierras salvajes, vigilancia de las ceremonias de boda)y Hera (crianza de los niños, protección de los adolescentes o héroes, y vigilancia de las ceremonias de boda).[

En la literatura

Hécate es un personaje de la tragedia de William Shakespeare Macbeth, representada por vez primera sobre 1606, donde manda sobre las tres Nornas, aunque no se sabe si ella es una bruja, un demonio o una diosa. Hay algunas evidencias que sugieren que el personaje y las escenas o partes de las mismas en las que aparece (Acto III, Escena V y una parte del Acto IV, Escena I) no fueron escritos por Shakespeare, sino que añadidos durante una revisión de Thomas Middleton,quien usó material de su propia obra The Witch, producida en 1615. La mayoría de las ediciones modernas de Macbeth indican estas interpolaciones.




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