miércoles, 14 de agosto de 2013

HECATE,,,

Hécate, a la que Zeus Crónida honró sobre todos y le procuró espléndidos regalos, la suerte de participar en la tierra y el mar estéril. Ella también obtuvo en lote la dignidad que confiere el estrellado cielo y es especialmente respetada por los dioses inmortales.  En nada la maltrató el Crónida ni tampoco le quitó nada de lo que recibió en suerte entre los primeros dioses, los Titanes; sino que sus atribuciones son las mismas que tuvo desde el principio.
Sus regalos a los humanos abarcan todo, según cuenta Hesíodo:
Al que ella quiere, grandemente le asiste y ayuda; en el juicio se sienta junto a los venerables reyes, y en el ágora hace destacar entre la gente al que ella quiere. O cuando armados de coraza marchan los varones hacia la guerra destructora de hombres, allí la diosa asiste a los que quiere decididamente concederles la victoria y encumbrarles de gloria. Es capaz de asistir a los nobles que quiere y con igual capacidad, cuando los jóvenes compiten en juegos, allí los asiste y ayuda la diosa; y el vencedor en fuerza y capacidad, fácilmente y contento se lleva un magnífico premio y proporciona gloria a sus padres. A los que trabajan en el mar intransitable y elevan sus súplicas a Hécate y al resonante Ennosigeo, fácilmente la ilustre diosa les concede pesca abundante y fácilmente se la quita cuando parece segura si así lo desea su corazón. Es capaz de aumentar el ganado en los establos junto con Hermes, y en cuanto a las manadas de bueyes, los extensos rebaños de cabras y las majadas de lanudas ovejas, si así lo desea en su corazón, multiplica los pequeños y disminuye los numerosos.
Hécate era cuidadosamente servida:
Todavía ahora, cuando alguno de los hombres de la tierra los propicia, celebrando magníficos sacrificios según costumbre, invoca repetidamente a Hécate. Muy fácilmente obtiene gran honor aquél cuyas súplicas acepta complaciente la diosa, y le concede prosperidad puesto que está en su mano.
Hesíodo enfatiza que Hécate era la única hija de Asteria, una diosa de las estrellas que era hermana de Leto, a su vez madre deArtemisa y Apolo. La abuela de estos tres primos era Febe, la anciana titánide que personificaba la luna. Hécate era una reaparición de Febe, y por tanto diosa lunar, que se manifestaba en la oscuridad de la luna.
La inclusión y alabanza de Hécate en la Teogonía son problemáticas para los investigadores, ya que Hesíodo parece elogiar en demasía sus atributos y responsabilidades en el antiguo cosmos a pesar de ser en aquella época una diosa relativamente menor y extranjera. Se ha propuesto que en la población de origen de Hesíodo hubo una devoción substancial hacia Hécate y que su inclusión en la Teogonía fue su propia forma de promover a la diosa local entre el público no familiarizado.
A medida que su culto se extendió a zonas de Grecia se presentó un problema, dado que el papel de Hécate ya estaba cubierto por otras deidades más prominentes del panteón griego, particularmente Artemisa, y por personajes más arcaicos como Némesis.
Emergen entonces dos versiones de Hécate en la mitología griega. La menos conocida es un claro ejemplo de intento por integrarla sin disminuir a Artemisa. En ella,16 Hécate es una sacerdotisa mortal comúnmente asociada con Ifigenia, que desdeña e insulta a la diosa, lo que la lleva finalmente a suicidarse. Artemisa adorna entonces el cadáver con joyas y susurra para que su espíritu se eleve y se convierta en la diosa Hécate, que actúa de forma parecida a Némesis como espíritu vengador, pero únicamente para mujeres heridas. Este tipo de mitos en el que una deidad local patrocina o «crea» a una deidad extranjera era popular en las culturas antiguas como forma de integrar sectas extranjeras. Adicionalmente, a medida que la adoración de Hécate crecía, su figura fue incorporada al mito posterior del nacimiento de Zeus como una de las comadronas que escondieron al niño,16 mientras Crono consumía la roca falsa que le había dado Gea.
La segunda versión ayuda a explicar cómo Hécate se ganó el título de «Reina de los Fantasmas» y su papel como diosa de la hechicería. De forma parecida a como las hermas (tótems de Hermes) se ponían en las fronteras como protección frente al peligro, imágenes de Hécate, como diosa liminar, podían también jugar dicho papel protector. Se hizo común poner estatuas de la diosa en las puertas de las ciudades, y finalmente en las puertas de las casas. Con el tiempo, la asociación con el alejamiento de espíritus malignos llevó a la creencia de que ofender a Hécate también los atraía. Así surgieron las invocaciones a Hécate como gobernadora suprema de las fronteras entre el mundo normal y el de los espíritus.16
La transición de la figura de Hécate puede seguirse hasta la Atenas del siglo V. Aparece como una gran diosa en dos fragmentos deEsquilo. En Sófocles y Eurípides se ha convertido en la señora de la brujería y las Keres.
El poder de Hécate terminó pareciéndose al de la hechicería. Medea, que era una de sus sacerdotisas, practicaba la brujería para manipular con destreza hierbas mágicas y venenos, y para poder detener el curso de los ríos o comprobar las trayectorias de las estrellas y la luna.
La implacable Hécate ha sido llamada «la de tierno corazón», un eufemismo quizás para enfatizar su preocupación por la desaparición de Perséfone, cuando se dirigió a Deméter con dulces palabras en un momento en que la diosa estaba afligida. Más tarde se convirtió en la asistente de Perséfone y su íntima compañera en el Inframundo.
Aunque nunca fue incluida entre los dioses olímpicos, la compresión moderna de Hécate procede de la cultura helenística sincrética de Alejandría. En los papiros mágicos del Egipto ptolemaico, se le llama la Perra, y su presencia era indicada por los ladridos de los perros. Mantuvo un gran número de seguidores como diosa de la protección y los partos. En la imaginería posterior también tiene dos perros fantasmales como sirvientes a su lado.
En la época moderna Hécate se ha hecho popular en las religiones neopaganas de inspiración feminista y la wicca gracias en gran parte a su asociación como diosa de la hechicería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario